Es un término que acuña Judith Butler en el texto histórico El género en disputa, traducido al español en 1999. Es complejo, ya que bebe de la filosofía, de la antropología, de las teorías del lenguaje y del arte. Viene a explicar que el género se inscribe sobre los cuerpos. Elvira Burgos es una de las mejores expertas sobre Judith Butler en el contexto del estado español.
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La performatividad transgrede la clásica separación entre naturaleza y cultura y asume que lo cultural se inscribe en lo natural y viceversa. Comienza con un estudio de un filósofo del lenguaje, Austin, que hablaba del uso performativo del lenguaje; es decir, con el lenguaje no solo se describe la realidad, sino que también se crea realidad. Por ejemplo, las oraciones “os declaro marido y mujer” o “te condeno a pena de muerte”-dichas por un cura o un juez, respectivamente- producen realidad, no la describen.
Butler sostiene que las oraciones de género son oraciones preformativas -“es una niña o un niño” es el primer ejemplo- y argumenta que el género se inscribe, que se produce sobre los propios cuerpos, a través de rituales, a base de repetir segmentos o trozos de significación corporal. Por ejemplo, sentarse con las piernas abiertas es un segmento de significación masculina, que adquiere sentido si se repite -y la mayoría de los cuerpos diagnosticados como hombres se sientan con las piernas abiertas-. De este modo se representan los géneros.
Butler ejemplificó con las DragQueen quienes, según la autora, producen una femenidad (muchas veces, hiperbólica; otras, no tanto) que es exactamente igual a la que producen los cuerpos diagnosticados como mujer al nacer. Así, Butler desnaturaliza el propio sexo. Esta tesis se sustenta también en propuestas que vienen de la epistemología y, en la actualidad, del pensamiento feminista. El movimiento feminista, y también otros movimientos, está fuertemente impactado por estas propuestas.
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¿Qué es?
Es un término que Judith Butler utiliza en el texto histórico El género en disputa,
traducido al español en 1999.
Es complejo porque bebe de:
- la filosofía
- la antropología
- las teorías del lenguaje
- el arte
Viene a explicar que el género se inscribe sobre los cuerpos.
Elvira Burgos es una de las mejores expertas en Judith Butler en el estado español.
La performatividad:
- rompe con la idea de que la naturaleza y la cultura están separadas.
- asume que lo cultural se inscribe en lo natural.
- admite que lo natural se inscribe en lo cultural.
¿De dónde viene?
Comienza con un estudio de un filósofo del lenguaje, Austin,
que hablaba del uso performativo del lenguaje.
Significa que, con el lenguaje, no solo se describe la realidad,
sino que también se crea realidad.
Por ejemplo, la oración “os declaro marido y mujer” dicha por un cura,
produce la realidad.
El cura no lo dice para describir el acto,
sino para hacer efectivo el hecho del casamiento.
¿Cómo se aplica al género?
Butler sostiene que:
- las declaraciones de género son performativas:
la frase “es una niña o un niño” que se dice tras nacer el bebé
es el primer ejemplo que construye el género de éste.
- argumenta que el género se inscribe y se produce sobre los propios cuerpos
a través de rituales.
Un ritual es por ejemplo: sentarse con las piernas abiertas.
Esa postura encarna una significación masculina porque se repite
y la mayoría de los cuerpos identificados como hombres
se sientan con las piernas abiertas.
De este modo se representan los géneros.
- las DragQueen (hombres que se visten y actúan
como una mujer de manera más o menos exagerada)
producen una feminidad que es exactamente igual
a la que producen los cuerpos identificados como mujer al nacer.
Así, Butler rompe con la idea que el concepto de sexo es natural.
Esta tesis se apoya también en propuestas que vienen de la epistemología
(teoría del conocimiento) y, en la actualidad, del pensamiento feminista.
Al movimiento feminista, y también a otros movimientos,
le han impactado fuertemente estas propuestas.