En la adolescencia, y en pro de una educación integral, adquiere un papel fundamental la Educación Afectivo-sexual. Los aprendizajes adquiridos al respecto afectan seriamente a la salud física de las y los adolescentes, así como a su bienestar psíquico y social, y podrían modificar decisiones importantes sobre algunos aspectos de sus vidas.
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La Educación Afectivo-sexual y la salud reproductiva de las mujeres, entre otros objetivos, pretenden evitar embarazos no deseados, saber cómo mantener relaciones sexuales exentas de riesgo, entender que las relaciones afectivo-sexuales deben ser igualitarias, que la maternidad es un acto responsable y libre y, sobre todo, que el cuerpo es fuente de placer y de bienestar.
Posiblemente, una buena educación afectivo-sexual evitaría embarazos no deseados, abortos en chicas cada vez más jóvenes y maternidades precoces. Así mismo, se minimizarían otros problemas si, ya desde la adolescencia, chicas y chicos entendieran que las relaciones afectivas han de ser igualitarias y que no deben consentir relaciones de dependencia. Muchas jóvenes están teniendo comportamientos que parecían superados hace décadas y que la anterior generación vivimos como un claro retroceso en la emancipación de las mujeres. Persuadidas por el mito del amor romántico y temerosas de no ser queridas, existe el riesgo de que muchas adolescentes asuman un papel de inferioridad, acepten tener relaciones sexuales que no desean, prácticas que no son de su agrado o la negativa de sus chicos a usar preservativo, consientan que ellos decidan qué ropa deben vestir o permitan el control a través del móvil y de las redes sociales, porque lo interpreten como "cuánto me quiere".
En este asunto, es imprescindible trabajar con el alumnado en dos direcciones: con las chicas, para que tomen conciencia de las relaciones que no les convienen y las eviten; y con los chicos, para que entiendan que ellos también son castrados afectivamente si persisten en un modelo de relación androcéntrica y para que aprendan que las relaciones sexuales solo son éticas si existe acuerdo entre las personas.
En Secundaria debe tratarse de manera específica el tema de la violencia contra las mujeres, en general, y las agresiones sexuales, en particular. Es importante insistir en que la Educación Afectivo-sexual debe ser enfocada desde la perspectiva coeducativa. Si las personas que la imparten, además de los conocimientos en la materia no poseen formación en teoría feminista, contribuirán a reforzar los estereotipos de género y caerán en errores como, por ejemplo, impulsar la heterosexualidad normativa o etiquetar a las personas según sus relaciones afectivo-sexuales. Es necesario impartir una educación que contemple a la persona como ente autónomo con capacidad para elegir sus opciones afectivo-sexuales con libertad.
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Educación Afectivo-sexual
¿Qué pretende?
La Educación Afectivo-sexual beneficia
a la salud física de las y los adolescentes,
así como a su bienestar psíquico y social,
y podría modificar decisiones importantes
sobre algunos aspectos de sus vidas.
La Educación Afectivo-sexual y la salud reproductiva de las mujeres,
tiene como objetivos:
-embarazos no deseados
-abortos en chicas cada vez más jóvenes
-maternidades en chicas muy jóvenes
- Entender que la maternidad es un acto responsable y libre
- Saber cómo mantener relaciones sexuales sin riesgo
- Entender que las relaciones afectivo-sexuales deben ser igualitarias
- Entender que las chicas no deben aceptar relaciones de dependencia
- entender que el cuerpo es fuente de placer y de bienestar
¿Cómo es la situación actual?
Muchas jóvenes tienen comportamientos
que parecen dar pasos atrás en la autonomía
y la libertad de las mujeres.
Como creen en el mito del amor romántico
y tienen miedo de no ser queridas,
muchas adolescentes tienen actitudes que las ponen en riesgo.
Por ejemplo:
- asumen un papel de inferioridad.
- aceptan tener relaciones sexuales que no desean.
- aceptan hacer prácticas sexuales que no les gustan.
- se someten al rechazo de sus chicos a usar preservativo.
- permiten que ellos decidan qué ropa deben vestir.
- acceden al control a través del móvil y de las redes sociales
por parte sus chicos porque lo interpreten como pruebas de amor.
¿Cómo trabajar la educación afectivo-sexual?
Es muy importante trabajar con el alumnado en dos direcciones:
- con las chicas, para que tomen conciencia
de las relaciones que no les convienen y las eviten.
- con los chicos, para que entiendan
que ellos también sufren de una falta de afectos
en ese modelo de relación
y para que aprendan que las relaciones sexuales
solo son justas si existe acuerdo entre las personas.
En Secundaria debe tratarse de manera específica 2 temas importantes:
1- La violencia contra las mujeres, en general.
2- Las agresiones sexuales, en particular.
La Educación Afectivo-sexual debe ser enfocada con la mirada coeducativa.
Las personas que la imparten,
además de los conocimientos en la materia,
deben poseer formación en teoría feminista.
Si no la tienen ayudará a reforzar las ideas,
las imágenes y los conceptos preconcebidos
sobre las identidades masculinas y femeninas.
También existe el riesgo de que, por ejemplo,
dan por supuesto la heterosexualidad
o etiqueten a las personas según sus relaciones afectivo-sexuales.
Es necesario impartir una educación
que contemple a la persona como una persona autónoma
con capacidad para elegir sus opciones afectivo-sexuales con libertad.
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