Estas siglas se refieren al ‘Bondage’ o arte de atar, juegos y prácticas de Dominación y Sumisión y el Sadomasoquismo, que incluyen toda una serie de disciplinas o prácticas que suponen un disfrute estético, pero también desempeñar roles y escenificar situaciones, desarrollar juegos extremos, incluso el uso de ciertas prendas, juguetes sexuales y herramientas. Estas prácticas pueden además suponer que las personas que practican BDSM se reúnan en ciertos espacios señalados para este uso, públicos o privados, que a menudo pueden ser tildadas de ‘mazmorras’, ‘caballerizas’, ‘sala de torturas’, ‘sala de juegos’ u otros nombres, que construyen un lugar donde las fantasías y las prácticas son posibles.
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En el BDSM se utiliza cierta jerga, que tiene por objeto introducir a las personas en el juego y que supone cierto desempeño de roles (de género, de clase, de edad, sexuales, de poder, etc.), así como designar a las personas y a las situaciones en el seno del tiempo que se entiende como propio para las prácticas BDSM. Así mismo, acompaña también del uso de ciertas prendas, ropas y atuendos que generan un espacio y un tiempo de juego que durará lo que las partes acordadas señalen. Para algunas personas existen relaciones 24/7, un tiempo de juego y una práctica BDSM que serán todos los días a todas horas, con códigos acordados para poder entenderse en el espacio y en el tiempo de juego.
Una de las reglas fundamentales del BDSM y que no siempre es conocida fuera de este contexto es la necesidad del consenso, un acuerdo que se establece entre las personas implicadas sobre qué prácticas se realizan, qué palabras usar para alertar de los límites, qué tiempo y en qué condiciones se realizarán las prácticas BDSM. Estas se basan en reglas pactadas de antemano, que han de ser seguras (con sexo seguro pero también que incluyen la seguridad y la integridad de las personas) y planteadas dentro de un consentimiento y en plena capacidad de decisión, por lo cual no se practica bajo la influencia de las drogas o el alcohol.
El consenso entre personas adultas, sobre unas prácticas que pueden ser estéticas, o sensoriales, o que implican elementos de fantasía y que pueden incluir o no el sexo, establece una diferencia muy clara con los abusos que se dan en una relación no consentida. En ese sentido no cabe confundir abusos con sexo consentido.
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BDSM
¿Qué es?
Estas siglas se refieren al ‘Bondage’ o arte de atar,
juegos y prácticas de Dominación y Sumisión y el Sadomasoquismo.
Incluye:
- Toda una serie de disciplinas o prácticas que suponen un disfrute estético.
- Roles, situaciones, juegos extremos.
- Uso de ciertas prendas, juguetes sexuales y herramientas.
¿Dónde ocurre?
Las personas que practican BDSM se pueden reunir en ciertos espacios
señalados para este uso, públicos o privados.
A menudo esos espacios pueden ser llamados:
- ‘mazmorras’
- ‘caballerizas’
- ‘sala de torturas’
- ‘sala de juegos’
- otros nombres.
Esos nombres permiten imaginar
un lugar donde las fantasías y las prácticas son posibles.
¿Qué condiciones tiene?
En el BDSM se desarrolla como un juego.
Tiene un lenguaje especial que permite introducir a las personas,
un tiempo determinado, reglas y condiciones.
Todo debe ser pactado de antemano.
La necesidad de un consenso, es decir, de un acuerdo entre las personas
que van a participar, es fundamental.
La seguridad y el respeto de las personas es muy importante.
Por eso:
- Se decide qué palabras o código usar
para alertar de que queremos parar el juego.
- El sexo tiene que ser seguro, lo que significa que tiene el propósito
de reducir el riesgo de transmitir alguna infección de transmisión sexual.
- Las personas deben estar en plena capacidad de decisión,
por lo cual no se puede practicar bajo la influencia de las drogas o el alcohol.
¿Cómo procede?
Las personas pueden hacer un papel con:
- un género
- una clase
- una edad
- cierto poder
- roles sexuales
También se puede usar ciertas prendas, ropas y vestimenta.
Todo eso genera un espacio y un tiempo de juego
que durará lo que las personas acuerden entre ellas.
Para algunas personas existen relaciones 24/7,
un tiempo de juego y una práctica BDSM
que serán todos los días a todas horas,
con códigos acordados para poder entenderse en el espacio
y en el tiempo de juego.
No hay que confundir sexo consentido con los abusos.
El sexo consentido es entre personas adultas
que deciden sobre unas prácticas.
Esas prácticas pueden ser:
- estéticas
- sensoriales
- pueden implicar elementos de fantasía
- pueden incluir o no el sexo