Es una estrategia feminista de empoderamiento personal y colectivo, no solo para cuestionar y enfrentar la violencia sexista sino también para redefinirla desde el punto de vista de las mujeres. Es una actitud vital -“aquí estoy yo y tengo derecho a estar”-, una reacción frente a un ataque físico (lo más fácil de resolver) y, sobre todo, una reacción de apropiación del territorio más propio de la vida de cada mujer: el cuerpo y los derechos.
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La Autodefensa busca estrategias y recursos que rompen con los estereotipos de vulnerabilidad y centra la defensa en el derecho a la autonomía y al ejercicio del deseo propio. A través de ella reconocemos los efectos nocivos del sistema en cada una de nosotras, en primera persona, para poder obtener y planificar estrategias eficaces que combatan la discriminación, convertimos esas estrategias en colectivas y enfrentamos la desigualdad desde todos los órdenes sociales. La Autodefensa supone ser agente y situarse en una posición de actuación que es sinónima de poder.
Cuanto más hayamos pensado sobre estrategias y recursos, más seguras nos sentiremos y, por tanto, más libres para el ejercicio de nuestros derechos. No tenemos que olvidar, sin embargo, que el disfrute de los Derechos Humanos no es solo cuestión de que una decida disfrutarlos o no; es una cuestión de derecho internacional que los estados e instituciones tienen el deber y la responsabilidad de defender y garantizar. Por tanto, la Autodefensa Feminista no es la solución para erradicar la violencia, pero sí es una estrategia más para conseguirlo.
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Autodefensa feminista
¿Qué es?
La autodefensa feminista es una estrategia
para defenderse de la violencia sexista
(la violencia que los hombres usan para someter a las mujeres).
- Es una actitud vital: “Aquí estoy yo y tengo derecho a estar”.
- Es una reacción frente a un ataque físico
(la reacción más rápida y fácil para salirse del ataque).
- Es la expresión de que las mujeres tienen derechos
y de que su cuerpo les pertenece.
¿Cómo actúa?
Es una herramienta de empoderamiento personal y colectivo.
Es decir; las mujeres usan la autodefensa feminista solas o en grupo
para afrontar la violencia de los hombres sobre ellas.
Ejerciendo la autodefensa nos damos cuenta
de cómo el sistema pone límites en cada una de nosotras.
Con la autodefensa, superamos esos límites todas juntas
y así combatimos la discriminación.
¿Qué busca?
La autodefensa busca estrategias y recursos
que rompen con la imagen de que las mujeres son frágiles.
Defiende que somos autónomas y podemos hacer lo que queremos.
Podemos:
- actuar
- decidir
- tener poder
¿Qué permite?
La autodefensa feminista permite pensar sobre estrategias y recursos
para enfrentar la desigualdad en todos los ámbitos sociales.
Nos hace más seguras y, por tanto, más libres
para el ejercicio de nuestros derechos.
Sin embargo, no olvidemos que disfrutar de los Derechos Humanos
no es solo una cuestión de decisión personal.
Los estados y las instituciones tienen el deber y la responsabilidad
de defender y garantizar los derechos de las mujeres en el mundo.
La autodefensa feminista es una estrategia más
para erradicar la violencia, pero no es la única solución.