Violencia que ocurre en forma virtual, utilizando las nuevas tecnologías como medio para ejercer daño o dominio. La ciberviolencia contra las mujeres se puede expresar por parte de parejas, exparejas, personas conocidas o personas desconocidas y tiene varias formas principales de manifestación:
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• Cibercontrol. Se manifiesta en la vigilancia continuada de las actividades que realiza una mujer en concreto, de su localización, sus amistades y de los comentarios y las fotos que comparte. Ejercido por la pareja, el cibercontrol también puede manifestarse al exigirle a la víctima explicaciones sobre los comentarios, las fotos o amistades que tiene, al exigirle la contraseña de sus redes sociales o e-mails (bajo el pretexto de un acto de confianza) o al prohibirle el uso de las redes sociales y tener ciertas amistades en ellas.
• Ciberacoso. Se manifiesta en el intento de contactar, de manera insistente, con una mujer en concreto, mediante el envío de mensajes, de solicitudes de amistad en las redes o de peticiones de fotografías. Se trata de un contacto no deseado por parte de la víctima que supone desagrado. En ocasiones conlleva amenazas, chantajes o humillaciones públicas.
• Cibermisoginia. Insulto virtualizado que, mediante la generalización, trata de reproducir odio sobre las mujeres.
• Ciberviolencia simbólica. Representación de las mujeres como objeto sexual a través de contenidos virtuales.
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