El feminismo es el movimiento político y social que aparece de la mano de (y como crítica a) la Revolución Francesa para conseguir que los ideales que la Ilustración predica (igualdad, derechos, ciudadanía…) se apliquen también a las mujeres y no solo a los varones, como de hecho estaba sucediendo. Cierto que siempre hubo mujeres que se rebelaron contra la situación de subordinación que sufrían por el hecho de ser mujeres en sociedades de dominación masculina, pero es en el s. XVIII (en Europa) cuando la protesta de las mujeres se articula conceptualmente y se establece como agenda política de denuncia y reivindicación. Según la Wikipedia, el término aparece a finales del s. XIX (en Francia, pasando después al inglés) con un sentido despectivo[1]. Leer más...
Para aludir a las distintas fases por las que ha pasado el movimiento feminista suele utilizarse la metáfora de ‘las olas’. Aunque no hay un criterio unificado al respecto[2], la ‘primera ola’ del feminismo correspondería a aquel que aparece en la propia Revolución Francesa; el feminismo decimonónico (sufragismo y feminismo socialista) conformaría la ‘segunda ola’ y la ‘tercera ola’ correspondería al feminismo que surge a mediados del s. XX en Europa y Norteamérica, de nuevo como crítica a la ‘Nueva Izquierda’. Este último es conocido en el mundo anglosajón desde mediados de los años 60 como el Women’s Lib o Women’s Liberation Movement; en Francia, a partir de los 70, como Mouvement de libération des femmes; y como Movimiento Feminista, en la España postfranquista y, en general, en el mundo castellanoparlante, a partir de finales de los años 70.
El feminismo resultó ser en sus comienzos un referente polémico y se hubo de dedicar a combatir a los antifeministas que cuestionaban la pertinencia teórica y política de los planteamientos igualitaristas. Sin embargo, enseguida empezó a diversificarse, hasta llegar a un punto hoy en el que los debates entre las distintas corrientes y planteamientos feministas (a veces polémicos entre sí; otras, simplemente complementarios) son los que tienen verdadera relevancia. La maraña de planteamientos, los desarrollos que cada uno de ellos va propiciando, el abanico teórico y político a partir sobre todo de los años 70 son de tal complejidad y variedad que no podemos siquiera mencionar cada una de las corrientes feministas contemporáneas.
A partir de los años 70 del s. XX cabrá etiquetar al feminismo no solo como liberal, socialista o radical, como en la década anterior. Se podrá hablar también de feminismo de la igualdad frente a feminismo de la diferencia, de feminismo ilustrado y feminismos postmodernos o postcoloniales. Cultural, materialista, comunitarista, multiculturalista o negro serán algunos otros adjetivos que cabe aplicar a los análisis feministas. Los planteamientos de la ética del cuidado, del pensamiento maternal o del lesbianismo político se cruzarán con los anteriores y también con los planteamientos del feminismo queer o del llamado transfeminismo, dibujando un tupido panorama de perspectivas feministas sobre cuestiones tan controvertidas como la sexualidad, la pornografía, la prostitución, la identidad o la violencia contra las mujeres, entre otras muchas.
Retomando debates ya presentes en el feminismo decimonónico, ver de qué manera se cruzan e interactúan los sistemas sociales que subordinan a las mujeres con los que propician la explotación económica o la relegación de las culturas no hegemónicas serán algunas de las cuestiones también sujetas a debate y a controversia y, vinculado a eso, cuál deba ser la relación del movimiento feminista con otros movimientos sociales. El debate intrafeminista cada vez es más la ‘marca de la casa’ de un movimiento social y político que ha cambiado y que está cambiando la faz de la tierra como ningún otro lo ha hecho antes.
[1] Así lo afirma también Ángeles Jiménez Perona en la entrada ‘Feminismo’ del Diccionario Espasa de Filosofía (dir. Jacobo Muñoz, Espasa, Madrid, 2003, p. 248).
[2]Las anglosajonas suelen fusionar el feminismo de la Revolución Francesa y el del s. XIX en la ‘primera ola’ y consideran al que aparece en los años 70 como la ‘segunda ola’. Mientras escribo estas líneas me llega la noticia de la muerte en Nueva York de Sulamith Firestone, caracterizada en la prensa de aquel país precisamente como destacada teórica y activista de la segunda ola del feminismo:
http://www.nytimes.com/2012/08/31/nyregion/shulamith-firestone-feminist-writer-dies-at-67.html?_r=2 [acceso: 31/8/2012]
Subir¿Cómo nace?
El feminismo es el movimiento político y social
que aparece con la Revolución Francesa y que también la critica.
Quiere conseguir que los ideales de la Ilustración
(movimiento de renovación intelectual, cultural,
ideológica y política en Europa en el siglo 19)
se apliquen también a las mujeres
y no solo a los varones, como estaba sucediendo.
Se trata de:
Es verdad que siempre hubo mujeres
que se rebelaron contra la situación de dominación
que sufrían por el hecho de ser mujeres.
Pero es en el siglo 18 (en Europa) cuando la protesta de las mujeres
se fortalece y establece estrategias de denuncia y demanda.
Según la Wikipedia, el término “feminismo” aparece a finales del siglo 19
(en Francia, pasando después al inglés) con un sentido negativo.
¿Cómo continúa?
Para hablar de las distintas fases
por las que ha pasado el movimiento feminista
suele utilizarse la metáfora de ‘las olas’:
La “tercera ola” tiene nombres distintos según los países:
- en el mundo anglosajón, desde mediados de los años 60,
es conocida como el “Women’s Lib o Women’s Liberation Movement”
- en Francia, a partir de los 70, como “Mouvement de Libération des Femmes”
- en la España postfranquista y, en general, en el mundo castellanoparlante,
a partir de finales de los años 70, se llama “Movimiento Feminista”.
Desde sus comienzos, el feminismo fue polémico
y hubo que combatir a los antifeministas
que ponían en duda la teoría y la política igualitaria (que luchaba por la igualdad).
Sin embargo, enseguida empezó a diversificarse.
Hoy los debates entre las distintas corrientes e ideas feministas
son los realmente importantes.
A veces no están de acuerdo; otras veces simplemente se complementan.
A partir sobre todo de los años 70,
hay muchas corrientes feministas contemporáneas
con muchas propuestas teóricas y políticas complejas y variadas.
Tantas que no podemos siquiera mencionar cada una de ellas.
Igual que en la década anterior, se puede etiquetar al feminismo como:
A partir de los años 70 del siglo 20, también se puede hablar de:
- feminismo de la igualdad
- feminismo de la diferencia
- feminismo ilustrado (de la Ilustración)
- feminismos postmodernos o postcoloniales
Otros adjetivos del feminismo; otros análisis feministas:
- cultural
- materialista
- comunitarista
- multiculturalista
- negro
El feminismo analiza planteamientos sobre:
- la ética del cuidado: una ética que defiende la responsabilidad
y la solidaridad como deber para el conjunto de la sociedad.
- el pensamiento maternal
- el lesbianismo político
Estos se cruzarán con los anteriores.
También con:
- los planteamientos del feminismo queer
- o del transfeminismo
Todo eso dibuja un panorama de miradas feministas
sobre temas muy polémicos y controvertidos como:
¿Qué retos hay para el movimiento feminista?
Una discusión será ver de qué manera se cruzan y se relacionan
los sistemas sociales que dominan a las mujeres
con los que favorecen la explotación económica
o que niegan las culturas minoritarias.
Otra cuestión será la relación del movimiento feminista
con otros movimientos sociales.
El debate dentro del feminismo es cada vez más típico
de un movimiento social y político que ha cambiado
y que está cambiando la faz de la tierra
como ningún otro lo ha hecho antes.