Nombrar el mundo desde nosotras es un trabajo que realizan muchas mujeres y lesbianas en la historia de la humanidad. Nombrar desde la 'a', al igual que nombrar desde nuestras concepciones, es una acción política que nos lleva a redibujar nuestro mundo.
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Usar el lenguaje de manera no sexista es transformar el lenguaje que usamos, es agregar la 'a' para nombrar desde las mujeres, es visibilizar nuestra presencia en el espacio-tiempo y es, ante todo, una ruptura de la creencia de que el hombre es el único que habita en este planeta.
El uso inclusivo o no sexista del lenguaje tampoco es heterorreal ni racista. Es decir, no reproduce las instituciones que encarcelan a las mujeres en servicio del hombre, ni la blanquitud como deseo omnipresente. Trata de expresar la horizontalidad en las relaciones y propicia el diálogo. Requiere una conciencia permanente para revisar todas las palabras y su articulación para no discriminar, no invisibilizar ni reproducir el racismo, la misoginia y la lesbofobia. Precisa conciencia para dibujar y describir con palabras la alegría, la libertad, la realidad, la denuncia y la propuesta.
Proponemos un lenguaje libertario donde las múltiples dimensiones y opciones de la vida se nombran, un lenguaje que rompe con el pensamiento único y se llena de colores y formas. Al escribir y al hablar, recuerden a todas las mujeres que han sido asesinadas, torturadas y desaparecidas por nombrar el mundo desde ellas, para llevar su rebeldía y su libertad hasta la última partícula de este cosmo.
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